Los hombres poseen una piel y una musculatura con unas características propias que es importante conocer antes de realizar tratamientos faciales quirúrgicos o estéticos:
– La producción de sebo del cutis masculino es mayor que en el de la mujer, por lo que también es mayor su propensión a desarrollar acné y a presentar brillos faciales.
– Los músculos faciales de los hombres son fuertes, por lo que las líneas de expresión pueden marcarse más profundamente.
– Las arrugas comienzan a manifestarse más tarde que en las mujeres, entre los 35 y los 40 años, pero son más profundas.
– La piel masculina tiene mayor concentración de colágeno, aunque con el tiempo la producción de esta sustancia va disminuyendo.
– La piel del hombre es, aproximadamente, un 25% más gruesa que la de la mujer.
– El afeitado diario elimina las capas más resistentes de la piel, por lo que los hombres deben estar más pendientes a la hidratación y a aplicarse protector solar.
– El origen de los problemas que tienen los hombres en la piel está, en muchas ocasiones, relacionado con los hábitos de vida que llevan y con su higiene facial, que tiende a no ser tan constante y cuidadosa como la de las mujeres. La limpieza facial es básica para poder lucir una piel hidratada sana y regenerada.
Los tratamientos faciales más demandados por los hombres en nuestra clínica de cirugía facial masculina Dr. Julio Puig son:
– La cirugía de párpados o blefaroplastia, que ayuda a combatir los signos del envejecimiento en el rostro masculino eliminando los pliegues caídos en los párpados superiores o mediante la eliminación de las bolsas que se forman debajo de los ojos.
– El lifting facial: se retira el exceso de piel y se tensa la piel y los músculos de la cara y el cuello con el objetivo de eliminar las arrugas.
– Hilos tensores o lifting sin cirugía: se trata de una cirugía mínimamente invasiva que consiste en la implantación de estos hilos, formados por un compuesto biológico compatible y reabsorbible por el cuerpo, que permiten la elevación, la reposición y la mejora del grosor de la piel en el tercio inferior de la cara.
También suelen solicitarse bastantes intervenciones para corregir defectos o imperfecciones en la nariz (rinoplastia) y en las orejas (otoplastia).