Controlar y mantener una correcta alimentación es la base primordial en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad. La modificación de esos errores nutricionales que nos han llevado al exceso de peso es la solución adecuada.
Hay que pensar en remedios como la homeopatía, la fitoterapia, etc., como complementos a una educación nutricional, no como la base o el factor más importante para eliminar el sobrepeso. A veces hay que tener en cuenta las contraindicaciones médicas que existen ante la toma de un determinado producto que puede colaborar en la pérdida de peso. Una persona no debe depender de un producto durante toda la vida.
Lo fundamental es que las personas se centren en modificar los errores nutricionales y traten de corregirlos para siempre. También es indispensable incrementar la actividad física y, por último, recordar que se debe ingerir una cantidad de líquidos (agua) adecuada a las necesidades de cada individuo.
Al igual que el aumento de peso suele ser un proceso largo, la pérdida de peso o el adelgazamiento también requiere de un tratamiento a largo plazo; de nada sirve «morirse de hambre» para tratar de solucionar el problema a toda velocidad. La triste verdad es que las ideas convencionales de come menos, corre más, no suelen funcionar a largo plazo. Contar las calorías, hacer ejercicio durante horas todos los días y tratar de ignorar el hambre es un sufrimiento innecesario. Es la conocida como «pérdida de peso para los masoquistas». Con el tiempo, casi todo el mundo se da por vencido. No se puede pasar de 0 a 100. Por eso tenemos una epidemia de sobrepeso en la población mundial.
Dietas bajas en carbohidratos
Una dieta baja en carbohidratos es la forma más eficaz de perder peso. Su éxito radica en que reduce el hambre y hace que sea más fácil comer menos sin pasar penurias. Incluso aumenta la quema de grasa durante la fase de reposo. La clave es comer siempre lo suficiente, para que sentirse satisfecho, sobre todo al principio del proceso de pérdida de peso. Hacer esto en una dieta baja en carbohidratos significa que la grasa que se ingiere se quema como combustible para el cuerpo. Se pierde el exceso de peso sin pasar hambre.
Es común perder de 1 a 3 kg. durante la primera semana si se sigue una dieta estricta baja en carbohidratos, y luego, como media, 0,5 kilos por semana, siempre y cuando el paciente tenga gran cantidad de peso que perder. Esto se traduce en 25 kilos por año.