Tras una intervención es normal que el paciente esté ansioso por volver a la normalidad lo más pronto posible. Pero no hay que olvidar que la cirugía plástica sigue siendo una cirugía, así que si se quieren conseguir los mejores resultados se debe dejar al cuerpo descansar.
Recobrar la actividad poco a poco sin caer en el sedentarismo
Durante las dos primeras semanas hay que estar totalmente pendiente de las necesidades del cuerpo para conseguir su curación. No debe levantarse peso ni hacerse nada que suponga una tensión innecesaria. Es importante levantarse y moverse, sin forzar, incluso el día después de la cirugía, ya que de esta manera se evitará la formación de coágulos. Se puede salir a caminar, incluso dar largos paseos, pero escuchando al cuerpo, tratando de no elevar el ritmo cardíaco.
Se debe prestar atención a las áreas en las que se ha realizado la intervención y no realizar actividades que pongan demasiada tensión en ellas. Una vez más, el cuerpo es el que va a establecer los límites.
Evitar la exposición solar
Mientras que el cuerpo se está curando la luz directa del sol puede dañar las cicatrices y hacer que se oscurezcan. Las quemaduras solares pueden causar inflamación y retrasar el proceso de curación.
Seguir las indicaciones del cirujano
Atender y respetar las recomendaciones del doctor es fundamental para el proceso de recuperación. El cirujano es la persona que sabe cómo va a sentir el paciente durante los primeros días, semanas o meses. También es la persona indicada parta determinar qué se puede – o no se puede – hacer.
No hay que automedicarse
El paciente debe tomar la medicación prescrita por su cirujano. Tomar medicamentos por iniciativa propia, sin la supervisión de un especialista, es un riesgo que no debe asumirse. Si el paciente siente que la recuperación no va por buen camino, y nota un empeoramiento de los síntomas, debe acudir inmediatamente al médico especialista.
Precaución con la práctica de deportes
Actividades como el spinning están fuera de lugar, debido a su elevada intensidad, lo mismo ocurre con el fitness o el pilates. Precipitarse a la hora de reanudar la actividad física puede desandar el camino recorrido durante la recuperación. De hecho, lo mejor es evitar cualquier deporte con posibilidad de contacto durante 5 ó 6 meses. Como ya hemos dicho anteriormente, todo es cuestión de escuchar al cuerpo, y dejar que sea él el que nos guíe.
